Sólo quería hacer una chilena ¿Qué tiene eso de malo? Parecía que todos lo sabían menos yo. Nada más quería hacer una chilena. Rápido, muy rápido, fue que llegué al área. Es que había visto mi oportunidad, esa que estaba esperando desde hacía mucho tiempo, y apuré mis piernas cansadas por el trajín del partido para llegar a la par de la pelota que iba a ser enviada por el extremo, que de por sí era más veloz que yo. Rápido, muy rápido, fue que pasé a mi marcador. Sabía que, más próximo a la meta, iba a tener que aminorar mi corrida, porque, de no hacerlo, quedaría en fuera de juego u orsai , como dicen algunos en una suerte de jerga futbolera criolla, la misma que le dice fulbo a la pelota, en un reemplazo a la traducción inglesa. La terminología aplicada a este deporte de once contra once es tan diversa y variada como estrategias de juego posibles. Los directores técnicos, que antes se llamaban entrenadores pero dejaron de serlo porque ahora perfeccionan las acciones d